Por Lucy
Extracto de la Adoración de fecha: 23/6/2010
Alabado sea Jesucristo.
Por siempre sea alabado.
Por siempre sea alabado.
- Jesús: No tengas miedo, alma pecadora, de tu Salvador; Yo soy el primero en acercarme a ti, porque por ti misma no eres capaz de ascender hacia mí. No huyas, hija, de tu Padre; desea hablar a solas con tu Dios de la misericordia que quiere decirte personalmente las palabras del perdón y colmarte de Sus gracias. Oh, cuánto Me es querida tu alma. Te he asentado en Mis brazos. Y te has grabado como una profunda herida en Mi Corazón
- El alma: Señor, oigo tu voz que me llama a abandonar el mal camino, pero no tengo valor ni fuerza.
(SILENCIO)
- Jesús: Yo soy tu fuerza, Yo te daré fuerza para luchar.
- El alma: Señor, conozco tu santidad y tengo miedo de Ti.
(SILENCIO)
- Jesús: ¿Por qué tienes miedo, hija Mía, del Dios de la Misericordia? Mi santidad no Me impide ser misericordioso contigo. Mira, alma, por ti he instituido el trono de la misericordia en la tierra y este trono es el tabernáculo y de este trono de la misericordia deseo bajar a tu corazón. Mira, no Me he rodeado ni de séquito ni de guardias, tienes el acceso a Mí en cualquier momento, a cualquier hora del día deseo hablar contigo y deseo concederte gracias.
- El alma: Señor, temo que no me perdones un número tan grande de pecados; mi miseria me llena de temor.
(SILENCIO)
- Jesús: Mi misericordia es más grande que tu miseria y la del mundo entero. ¿Quién ha medido Mi bondad? Por ti bajé del cielo a la tierra, por ti dejé clavarme en la cruz . Por ti permití que Mi

- El alma: Con tu bondad has vencido, oh Señor, mi corazón de piedra; heme aquí acercándome con confianza y humildad al tribunal de Tu misericordia, absuélveme Tú Mismo por la mano de Tu representante. Oh Señor, siento que la gracia y la paz han fluido a mi pobre alma. Siento que Tu misericordia, Señor, ha penetrado mi alma en su totalidad. Me has perdonado más de cuanto yo me atrevía esperar o más de cuanto era capaz de imaginar. Tu bondad a superado todos mis deseos. Y ahora te invito a mi corazón, llena de gratitud por tantas gracias. Había errado por el mal camino como el hijo pródigo, pero Tú no dejaste de ser mi Padre. Multiplica en mí Tu misericordia, porque ves lo débil que soy.
(SILENCIO)
- Jesús: Hija, no hables más de tu miseria, porque Yo ya no me acuerdo de ella. Escucha, niña mía, lo que deseo decirte: estréchate a Mis heridas y saca de la fuente de la vida todo lo que tu corazón pueda desear. Bebe copiosamente de la fuente de la vida y no pararás durante el viaje. Mira el resplandor de Mi misericordia y no temas a los enemigos de tu salvación. Glorifica Mi misericordia.
Gloria al Padre, Gloria al Hijo, Gloria al Espíritu Santo.
Como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén
Adoración basada en el diario de Santa Faustina
Como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén
Adoración basada en el diario de Santa Faustina
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