Por Rosa
Extracto de la Adoración de fecha 19/08/2009
QUE DETALLE
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"No es preciso, hijo mío, saber mucho para agradarme mucho: Basta que mucho me ames. Háblame como lo harías a tu madre, a tu hermano. Háblame con sencillez de los pobres a quienes quisieras consolar, de los enfermos a quienes ves padecer, de los extraviados que anhelas volver al buen camino, de los amigos ausentes que quisieras atraer otra vez a tu lado.
Y para tí ¿ No necesitas alguna gracia? Hazme si quieres una lista de tus necesidades y ven, léela en mi presencia. Dime sinceramente que sientes orgullo, falsa delicadeza, amor a la sensualidad, que eres tal vez egoísta, inconstante, negligente, y pídeme luego que venga yo en ayuda de los pocos o muchos esfuerzos que haces tú para librarte de tales miserias. No te averguences ¡Pobre alma mía!. Hay tantos en el cielo y tantos justos, tantos y tantos santos de primer orden que tuvieron esos mismos defectos. Rogaron con humildad... y poco a poco se vieron libres de ellos.
¿Sientes acaso tristeza o mal humor?, Cuéntame alma desconsolada tus tristezas, con todos sus pormenores. ¿ Quién te hirió?, ¿Quién lastimó tu amor propio?, ¿Quién te menospreció?. Acércate a mi Corazón que tiene bálsamo eficaz para todas las heridas del tuyo.
Cuéntame todo y acabarás en breve por decirme que, a semejanza de mí, todo lo perdonas, todo lo olvidas, y en pago recibirás mi consoladora bendición."
"Jesús mío, recibo tu bendición antes de retirarme, y que los frutos de ésta visita permanezcan en mi corazón y me animen a amar mas y mas. Haz que vuelva siempre a visitarte. Aquí te dejo mi corazón para que te adore constantemente.
Adiós Jesús mio"
Gloria al Padre, Gloria al Hijo y Gloria al Espíritu Santo. Como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
QUE DETALLE
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"No es preciso, hijo mío, saber mucho para agradarme mucho: Basta que mucho me ames. Háblame como lo harías a tu madre, a tu hermano. Háblame con sencillez de los pobres a quienes quisieras consolar, de los enfermos a quienes ves padecer, de los extraviados que anhelas volver al buen camino, de los amigos ausentes que quisieras atraer otra vez a tu lado.
Y para tí ¿ No necesitas alguna gracia? Hazme si quieres una lista de tus necesidades y ven, léela en mi presencia. Dime sinceramente que sientes orgullo, falsa delicadeza, amor a la sensualidad, que eres tal vez egoísta, inconstante, negligente, y pídeme luego que venga yo en ayuda de los pocos o muchos esfuerzos que haces tú para librarte de tales miserias. No te averguences ¡Pobre alma mía!. Hay tantos en el cielo y tantos justos, tantos y tantos santos de primer orden que tuvieron esos mismos defectos. Rogaron con humildad... y poco a poco se vieron libres de ellos.
Dime, que es lo que hoy te atrae, que anhelas mas vivamente y con que medios cuentas para conseguirlo. Dime si salió mal tu empresa y te diré yo las causas del fracaso.
¿Sientes acaso tristeza o mal humor?, Cuéntame alma desconsolada tus tristezas, con todos sus pormenores. ¿ Quién te hirió?, ¿Quién lastimó tu amor propio?, ¿Quién te menospreció?. Acércate a mi Corazón que tiene bálsamo eficaz para todas las heridas del tuyo.
Cuéntame todo y acabarás en breve por decirme que, a semejanza de mí, todo lo perdonas, todo lo olvidas, y en pago recibirás mi consoladora bendición."
Oración final
"Jesús mío, recibo tu bendición antes de retirarme, y que los frutos de ésta visita permanezcan en mi corazón y me animen a amar mas y mas. Haz que vuelva siempre a visitarte. Aquí te dejo mi corazón para que te adore constantemente.
Adiós Jesús mio"
Gloria al Padre, Gloria al Hijo y Gloria al Espíritu Santo. Como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
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